La incertidumbre domina la actual coyuntura económica y de los mercados financieros ante el riesgo de recesión, la invasión de Ucrania y las subidas de los tipos de interés, lo que ha incrementado los riesgos para el sector bancario por un potencial aumento de los créditos dudosos. Es por ello que el Banco Central Europeo (BCE) demanda “una prudencia extrema” de entidades y supervisores.
La institución, que dió a conocer el pasado lunes 12 de diciembre de 2022 sus prioridades supervisoras para el periodo 2023-2025, ha señalado que debido a las perspectivas a la baja del sector bancario europeo que las entidades de crédito deberán reforzar su capacidad de resistencia ante perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas inmediatas.

Además de esta primera prioridad, el BCE ha señalado también como elementos prioritarios para los tres próximos años la capacidad de las entidades de afrontar los retos de la digitalización y potenciar las capacidades de dirección, así como la intensificación de esfuerzos frente al cambio climático. En este sentido, si bien las prioridades de supervisión establecidas en 2022 siguen siendo adecuadas para hacer frente tanto a los retos urgentes como a las vulnerabilidades más estructurales del sector bancario, el BCE reconoce que las circunstancias han cambiado sustancialmente, aumentando la probabilidad y la gravedad de los riesgos.
De este modo, subraya la necesidad de realizar algunos ajustes para afrontar la elevada inflación, la evolución de los tipos de interés y los diferenciales de crédito, incluyendo el riesgo de contraparte y la financiación apalancada. En concreto, alerta de que las empresas, especialmente en el segmento de alta rentabilidad o en sectores con uso intensivo de energía, se verían afectadas por el incremento de los costes de financiación, de explotación y de los insumos, así como por las perspectivas de crecimiento menos favorables, pudiendo aumentar las tasas de impago, al mismo tiempo que la solvencia de los hogares más endeudados, rentas más bajas o hipotecas a tipo variable también podría deteriorarse en el futuro.

“Las condiciones de financiación más restrictivas y el aumento del riesgo de recesión han empezado a pesar sobre las condiciones crediticias en Europa. Esta situación afectará a los hogares y a las empresas, aunque en distinto grado, dependiendo de factores como su nivel de endeudamiento o su sensibilidad adversa al entorno macrofinanciero actual”, señala el BCE.
Asimismo, el supervisor advierte de la situación del mercado inmobiliario, donde las condiciones “parecen estar estabilizándose”, pero “sigue estando muy afectado por la subida de los tipos de interés y el acusado aumento de los costes de construcción”, mientras que los precios de la vivienda siguen subiendo, a pesar de persistentes indicaciones de sobrevaloración en la zona del euro. “Esta situación, unida al encarecimiento del coste de la vida, al descenso de los salarios reales y a la subida de los tipos de interés suscita preocupación, especialmente para las entidades de crédito que operan en países con una elevada proporción de hipotecas a tipo de interés variable”, añade.

Desde VG recomendamos:
Ser prudentes con el apalancamiento, así como conocer las opciones de financiación alternativa que ofrece Crédito y Caución. Y sobre todo, ante un aumento de morosidad, respetar las opiniones de riesgo sin asumir riesgos propios para mantener todas sus operaciones aseguradas.